De hecho, esta decisión resultó en la disolución de todos los grupos hooligans del club y la mayoría de los grupos ultras, y más ampliamente del Kop of Boulogne, del Virage Auteuil y de las tribunas G y K. El club pensaba que esto era el mejor medida de erradicación de la violencia. No estar entre los 26 convocados le produce decepción al futbolista que más veces ha vestido la camiseta de la Selección española y que, tras quedarse fuera de la pasada Eurocopa por las lesiones, tenía la esperanza de que Luis Enrique pudiera valorar su rendimiento y los méritos para el regreso.