En un principio el plan era que el Valencia CF asistiera económicamente cada mes a la Fundación para que esta pudiera afrontar la devolución del préstamo, pero esto constituía un delito de asistencia financiera que denunció el agogado Andrés Sanchis y que por tanto no pudo llevarse a cabo al tratarse de una financiación ilegal. La Fundación debió haber pagado antes del 27 de noviembre de 2012 el primer pago de los intereses del crédito concedido en 2009 por Bancaja (hoy Bankia) para comprar las acciones no vendidas durante la primera fase de la ampliación de capital, camiseta barça 2022 y convertirse así gracias al dinero de este préstamo en el máximo accionista del club.